Así la oferta de ocupaciones industriales y una condiciones urbanísticas que acercaban solo barato y fácilmente urbanizable hicieron de Fene un foco de atracción demográfica en la comarca de Ferrol.
El rápido crecimiento de la población activa en el sector secundario se combinó con la permanencia de explotaciones agropecuarias atendidas, en muchos casos, por mujeres y por personas de avanzada edad, lo que contribuyó a afianzar un sistema de explotación agraria a tiempo parcial que se combinaba en las familias con el trabajo en los astilleros.
La relevancia de la industria en la economía fenense
A mediados de los años noventa el sector agropecuario ocupaba el 6,1% de la población mientras que la industria daba trabajo al 38,7% de la población activa fenense, fundamentalmente empleada en ASTANO y en sus industrias auxiliares. La construcción movilizaba el 9,1% de los activos y el sector servicios sumaba el 46,1% de las personas que trabajaban. La administración y los servicios públicos, el comercio y el transporte eran las actividades terciarias con mayor capacidad de contratación.
En 2001 la estructura económica recogía uno efectivos del sector primario que descenderán hasta el 3,2% de la población activa. Las actividades industriales experimentarán igualmente una pérdida de peso (31,9%) y aumentarán levemente las personas ocupadas en la construcción (10,9%) y en el sector servicios (54%). Con todo, Fene documenta un mayor peso de las actividades industriales, ya que dentro del área urbana de Ferrol estas sólo representan el 23,1%, y una menor tasa de terciarización de las actividades económicas, ya que la media de ocupados en el sector servicios en Ferrolterra es del 65,3%.
